arte=no se, no me gusta :c

A la hora de la búsqueda, la gran variedad de imágenes me suscitaba muchos sentimientos similares, alguna que otra identificación lejana a una idea en particular o un agrado que sencillamente descansaba en la elaboración de la obra (colores, marco, pinturas semejantes a humanos en sí y las que no, también). La idea elegida resume y representa algo cercano al problemático concepto del arte. A lo largo de mi vida esta noción producía confusiones y hasta malestares en mi cotidianidad. Una noción tan lejana, ambigua y poderosa cumple de gran manera la función de desorientar mis interés e actos en mi vida. El arte en si como condimento esencial de producciones malévolas, representaciones que llevan al ser humano por un camino encontrar de su voluntad, placer y su bienestar siendo el arte el justificativo, siendo finalmente un laberinto sin salida. El arte puede ser más si se encuentra con más arte, y así funciona la travesía del mismo. El nuevo arte que estrecha su mano para que continúes junto a él, más sofisticado más alejado de mí mismo, más cerca de aquellos que lo producen y etiquetan. La pregunta básica ¿Qué lo hace arte? ¿necesita una producción especifica? ¿necesita algún criterio? ¿necesita un lugar para ser? Estos dilemas siempre aparecían en mi mente a la hora que el arte producía distinciones en mi vida, produciendo así un sinfín de inseguridades. Los ideales del arte con su base ambigua y confusa inundaban mi ser, de esta manera, el arte arrastraba mi humanidad hacia su laberinto eterno. En cada interacción, en cada vista al futuro, en cada deseo había un arte el cual mis manos no llegaban. Mi humanidad se siente alejada de aquello que me establece lo que es arte, el mismo arte me dice que no yo puedo llegar a ser tal, como mucho llegara a serlo, pero en menos cantidad. Este criterio artístico que por ejemplo los museos de por si establecen con su mera presencia representa esa lejanía ideal que pondera el arte en la actualidad. La obra que elegí es la más cercana a mis intentos de “arte”, en cada garabato ansioso sin finalidad artística. La elijo por el paralelo que tiene la obra con mi cuaderno. un garabato benévolo molesto con el arte, solo son líneas, parecen rayones de alguna piedra incluso. La necesidad del garabato y de la representación siempre estuvo en la cotidianidad humana, la saturación con arreglo a valores nunca fue necesaria a mi gusto. De esta manera, el arte deja de ser de todos, dando lugar a los artistas y los no artistas. Forjando la base de un laberinto sin fin. Obligándome, incluso, a criticarlo con imágenes y representaciones de el mismo.